Mi historia de infertilidad
El pasado 4 de junio fue el Día Mundial de la Infertilidad y esto me ha animado a compartir mi historia en este sentido.
Pero empiezo por el «principio».
En aquel momento ya tenía a mi primer hijo.
Precioso.
En esa ocasión no tuvimos demasiados problemas en concebir (según estadísticas). Fueron 5/6 meses pero recuerdo que entonces cada menstruación suponía una dolorosa pérdida.
Después decidimos buscar tener otra criatura en la familia…
Pasaban los meses y nada,
Pasó un año y nada,
Me diagnóstican endometriosis tras varios episodios (muy muy) dolorosos con la menstruación.
Mi marido también tuvo lo suyo y tuvo que realizar una intervención.
Por mi parte laparoscopia para quitar un quiste endometrioso.
2 años buscando bebé y nada.
Pensamos en un proceso de FIV, comenzamos las primeras citas médicas.
3 años buscando bebé y de repente de forma natural llega.
Estoy embarazada de nuevo.
3 años llenos de momentos complicados a nivel médico, personal y familiar.
Mucha terapia personal y de pareja, muchas pruebas médicas, una intervención, conciencia y conexión uterina y con la menstruación, empoderamiento…, fueron lo que me ayudaron a mí (esto no quiere decir que también te ayude a tí, esto no es científico, es mi experiencia personal).
Mi marido, otro tanto.
Pero desde mi lugar como mujer, creo y siento que las mujeres podemos tener una mejor calidad de vida (entre otras cosas) reconectando con nuestra menstruación, con nuestros ciclos, desbloqueando nuestro útero, conectando con nuestro poder uterino, empoderándonos desde nuestro centro.
¡Pero ojo!
No es rápido, pero es (desde mi punto de vista) además de un proceso bonito, nutritivo y empoderante, una garantía de SALUD y BIENESTAR.
No se si esto garantiza la posibilidad de concebir o no, la verdad…
Sé que hay muchos más factores también importantes o muy importantes que pueden dificultar el proceso. Pero si a nivel físico más o menos todo está bien, como en mi caso, tal vez un trabajo así pueda facilitarte las cosas a tí y a tu pareja.
Para nosotros desde luego, ha sido uno de los factores importantes.
Pero mecaguen,… ¡que proceso de 3 años más duro vivimos!
5 años se llevan mis hijos y no me hubiese importado que se llevasen 2, pero la vida trae retos complejos que hay que transitar.
El mío tuvo final feliz.
Ojalá, si estás en esta situación, el tuyo también lo tenga.
Después de mi segundo hijo, continué trabajando en esa línea de empoderamiento, en esta ocasión a través de la danza y el movimiento, relajación del útero, más terapia personal… Esto ya fue por gusto, por crecimiento personal, por bienestar y la terapia personal por necesidad, todo sea dicho.
Mi tercer hijo vino a mi cuerpo de forma fácil y natural, casi por sorpresa, todo un regalo.
Llegados a este punto me apetece darte un consejo si estás viviendo una situación así.
Sé que no lo has pedido, por ello eres libre de dejar de leer aquí mismo.
Si quieres probar, te diré…
No busques soluciones solo en el exterior, coge también tu parte de responsabilidad en esto y cuida tu cuerpo, conócete más y mejor, mímate… hazlo a tu manera y a tu ritmo, eso nunca puede traer cosas malas.
Y tu pareja, si la tienes, ¡lo mismo!.
Ell@s también son parte de esto.
Haced equipo.
Te abrazo
Gracias por llegar hasta aquí